Entendemos por shock anafiláctico a la respuesta exagerada causada por una reacción alérgica grave ante un alérgeno. Al igual que en las personas requiere de intervención médica inmediata para evitar un desenlace fatal a nuestro perro. El contacto puede producirse por inhalación, exposición directa, ingestión...
Los desencadenantes pueden ser varios, siendo los más habituales picaduras de insectos o de víboras, orugas procesionarias, sustancias químicas, reacciones a vacunas...
Las reacciones adversas pueden ser leves desde una simple irritación o enrojecimiento en la zona de contacto, nerviosismo, debilidad, vómitos hasta las más graves como inflamación de la laringe que impide la respiración o el coma
Como tratamiento veterinario suelen utilizarse inmunosupresores como corticoides o puede incluso ser necesario estimulantes cardiorrespiratorios como la adrenalina
Mantened siempre vigilados a vuestros compañeros cuando estéis de paseo por la naturaleza y no dar medicamentos sin consultar con su veterinario. No vendría mal tener un botiquín de primeros auxilios especialmente dotado para él, seguro que vuestro vete os ayudará a completarlo con lo imprescindible